Los mercados globales ofrecen a los países en desarrollo perspectivas significativas para exportar una amplia variedad de frutas frescas —como mangos, piñas, papayas y otros productos tropicales exóticos—. La creciente demanda en regiones estratégicas como la Unión Europea, América del Norte, China, Japón y Corea del Sur se debe al interés por frutas nutritivas, disponibles durante todo el año y con sabores distintivos. Sin embargo, lograr el éxito en estos mercados implica saber navegar en entornos regulatorios exigentes, dominar una logística compleja y enfrentar diversos desafíos específicos de cada mercado. Este artículo examina las oportunidades y los obstáculos, ofreciendo soluciones concretas para potenciar la competitividad de los exportadores.