El aceite de girasol refinado se encuentra entre los aceites vegetales más consumidos del mundo. Es apreciado por su sabor neutro, su versatilidad culinaria y su favorable perfil nutricional. Obtenido a partir de las semillas de girasol y sometido a un proceso de refinado para eliminar impurezas, se utiliza ampliamente en la cocina doméstica, la fritura, la panadería, la pastelería y la industria alimentaria. Las variantes alto oleico gozan de una valoración especial gracias a su excelente estabilidad durante la fritura y a sus beneficios comprobados para la salud cardiovascular. Históricamente, Ucrania, Rusia y Turquía han dominado el mercado exportador mundial. No obstante, nuevos orígenes como España, Colombia, Brasil y Sudáfrica están fortaleciendo sus capacidades de refinado y buscan consolidarse como actores relevantes en el comercio internacional de aceites vegetales.
Nigeria se está consolidando rápidamente como un proveedor atractivo de aceite de soja crudo y sin OGM, gracias al aumento de las superficies cultivadas, a la puesta en marcha de nuevas plantas de trituración y a una identidad de producto cada vez más apreciada por compradores premium. En este artículo explicamos por qué importadores y fabricantes deberían considerar al aceite de soja nigeriano como una opción competitiva y fiable para la industria alimentaria, la cosmética, la farmacéutica, la alimentación animal y el biodiésel.
En Adalidda, nos enorgullece presentar un aceite de cocina excepcional, elaborado a partir de plantaciones sostenibles en Tanzania. Refinado con precisión para cumplir con los estándares internacionales más exigentes, este aceite premium eleva tus platos mientras cuida de tu bienestar y del planeta. De un elegante color amarillo dorado y una textura suave y uniforme, este aceite es ideal tanto para cocinas familiares como para grandes industrias alimentarias.